Si tu bebé está en camino, ya sabrás de sobra que tu alimentación es fundamental para garantizar su buena salud. El feto recibe los nutrientes que requiere para desarrollarse correctamente a través de lo que ingieres. Por ello, eres responsable de seguir una dieta equilibrada y completa para recorrer este camino de la forma más saludable juntos. Uno de los suplementos alimenticios más frecuentes durante el embarazo es el ácido fólico, pues su consumo favorece el buen desarrollo del peque. ¡Descubre cuáles son los beneficios que te aportará durante la gestación!

¿Por qué es beneficioso el ácido fólico durante el embarazo?

Las mujeres que consumen la cantidad recomendada de ácido fólico, antes y durante los primeros meses del embarazo, reducen el riesgo de un nacimiento prematuro o algún tipo de trastorno en el pequeño. En este sentido, diversos estudios han determinado que los efectos de su carencia en este proceso no solo ponen en evidencia los riesgos que suponen para la madre, sino que realizan una serie de recomendaciones a seguir con el fin de prevenir dichas situaciones.

Dicha recomendación se extiende, incluso, al periodo anterior a la concepción. Es aconsejable que aquellas mujeres que estén planificando y buscando quedarse embarazadas comiencen a tomar un suplemento de ácido fólico de 0,4 mg al día al menos un mes antes. Una vez pasada esta fase, la mujer deberá seguir consumiendo el suplemento durante el primer trimestre.

Su correcto consumo promueve la síntesis de ADN (quien contiene la información genética para el desarrollo del organismo) y de ARN (fundamental para el desarrollo de proteínas estructurales y crecimiento celular). Además, facilita la síntesis de metionina a partir de la homocisteinemia. Es decir, su déficit aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y crónicas.

Alimentos que contienen ácido fólico

Por suerte, la dieta mediterránea suele garantizar al organismo un aporte de ácido fólico suficiente. No obstante, no basta contar con unos alimentos adecuados. Es necesario que tengas que en cuenta que esta vitamina, debido a su poca estabilidad si es expuesta a temperaturas elevadas, pierde su valor. Este es el motivo por el que, además de su aporte en la dieta, se aconseja un suplemento prescrito por tu médico.

Alimentos ricos en ácido fólico son las verduras de hoja verde, como es el caso de espinacas, brócoli, acelgas, espárragos… Las legumbres y los cereales integrales también constituyen una fuente rica de esta vitamina. Por su parte, las frutas donde podemos encontrar este contenido son la fresa, la naranja, el melón y el plátano.

Ahora que ya estás informada sobre el caso, es aconsejable que acudas a los expertos para que valoren cuáles son tus necesidades. ¡Previene cualquier contratiempo y vive saludablemente tu embarazo!