La lavanda es una de las plantas que históricamente han utilizado las culturas antiguas por sus múltiples beneficios. Por ejemplo, los griegos y los romanos la utilizaban para purificar su piel cuando se lavaban.

A día de hoy, la lavanda sigue siendo una planta con muchas utilidades. Es posible sacar de ella un aceite capaz de aportar varias soluciones para intentar combatir el estrés y la ansiedad, situaciones que pueden derivar en insomnio, por ejemplo.

Utilidades del aceite de lavanda

El famoso aceite de lavanda puede utilizarse en las situaciones cotidianas del día a día. No obstante, recuerda que todo en exceso puede llegar a dar resultados no tan buenos, por lo que conviene hacer un uso moderado. Puedes emplearlo:

- Para asear tu cuerpo, pues es un aceite cuyas propiedades ayudan a aliviar algunos dolores musculares y el estrés.

- Para masajear la piel. Como casi todos los aceites, es ideal para disfrutar de un buen masaje relajante. Con el caso del aceite de lavanda, conviene diluirlo en un aceite portador, que tienen un aroma neutro y son ideales para diluir otros aceites.

- Para inhalarlo o vaporizarlo. El aroma de lavanda es muy atractivo y también ayuda a combatir estas situaciones anteriormente mencionadas, ya que es muy tranquilizante.

- Aplicándolo en las manos y los pies. Para lavarte las manos y los pies, usa un recipiente de agua tibia y añade una gotita de aceite de lavanda, notarás alguna mejoría en zonas tan delicadas como los pies y las manos.

Quizás te estés preguntando cuáles son los motivos para aplicar el aceite de lavanda en estos contextos. La respuesta es que el aceite de lavanda contiene muchas propiedades que resultan beneficiosas para:

- Aliviar el dolor. Tiene la capacidad de aliviar el dolor y la tensión muscular. Simplemente aplica el aceite sobre la zona a tratar y masajea un poco. Si puedes contar con la ayuda de un profesional o de alguien con conocimientos en fisioterapia, mejor.

- Cuida tu piel. Ayuda a cicatrizar heridas leves y muy superficiales. Además, también combate el acné, algo que todos llegan a tener en algún momento de su vida.

- Cuidar tu cabello. El aceite de lavanda se ha utilizado durante mucho tiempo para eliminar piojos, sus huevos y las liendres. Según el caso de quien se lo aplique, también podría contribuir a aumentar el crecimiento del cabello.

- Mejorar la respiración. El olor agradable de la lavanda no solo contribuye a relajarte, sino que también purifica tus orificios nasales y tus pulmones, ayudando a aliviar la tos o los resfriados.

Teniendo conocimiento de todos los beneficios y usos que puedes darle al aceite de lavanda, ¿tienes algún motivo para no incluirlo en tu día a día? Cuídate un poco más con este tipo de aceites y pon todo de tu parte para favorecer tu salud física y mental. Al ser tan relajante, podrás combatir el estrés y la ansiedad y mejorar tu calidad de vida, sobre todo a la hora de descansar y disfrutar de las horas de sueño.